Nutrite de forma inteligente: más salud es más equilibrio

Es un hecho indiscutible: cuando mejoramos nuestra alimentación, también mejoramos nuestra salud. Sin embargo, no se trata de comer menos o de hacerlo de forma monótona y aburrida. Al contrario, la clave está en optar por una alimentación más saludable, lo que implica disfrutar de una variedad de alimentos que no sólo son buenos para nosotros, sino también ricos y satisfactorios.
Cuando elegimos una alimentación saludable, estamos optando por:
- Volumen: incorporamos frutas y verduras, que además de su aporte nutricional, son ricas en agua y bajas en calorías. Esto no solo nos ayuda a sentirnos llenos, sino que también nos proporciona una amplia gama de nutrientes esenciales para mantenernos saludables y protegidos de enfermedades.
- Fibra: a través de granos enteros, legumbres, frutas y verduras, promovemos la fermentación sacarolítica en el intestino, lo que beneficia a nuestras bacterias intestinales, fortaleciendo nuestro sistema inmunológico y previniendo enfermedades.
- Variedad de Macronutrientes: creamos platos completos y equilibrados que contienen carbohidratos, proteínas (tanto vegetales como animales) y grasas saludables. Esto nos ayuda a sentirnos saciados y garantiza que obtengamos todos los nutrientes necesarios en una sola comida.
La realidad es que comer de manera saludable puede ser abundante, rico y divertido si cambiamos nuestra percepción y dejamos atrás la idea de que pasaremos hambre o quedaremos insatisfechos.
El impacto en nuestra salud y bienestar va a ser evidente y rápido: mejora de la salud gastrointestinal, fortalecimiento del sistema inmunológico, mejoras en la piel y prevención de enfermedades crónicas. Todo esto se traduce en un beneficio tangible para vos y tu cuerpo.
Ahora bien, ¿puedes darte el lujo de disfrutar de otros alimentos y seguir siendo saludable? ¡Claro que sí! No se trata de restricciones o prohibiciones. Si la mayoría de tus elecciones alimenticias son saludables, ocasionalmente disfrutar de una hamburguesa u otros alimentos menos saludables no te va a alejar del camino hacia la salud.
Pensalo de esta manera: de todas las comidas que hacés en un mes, si la gran mayoría son saludables, el impacto de algunas elecciones menos saludables será mínimo. No se trata de prohibir, sino de hacer lo mejor posible la mayor parte del tiempo. Con el tiempo, vas a poder ajustar las ocasiones menos saludables sin sentirte que te estás privando de nada.
Así que, en lugar de preocuparte, enfócate en hacer elecciones positivas la mayoría del tiempo. Si luchás por encontrar ese equilibrio, tené en cuenta que es un proceso natural. Con paciencia y dedicación, podés lograrlo, y un plan nutricional adecuado, diseñado por un profesional, puede ser tu aliado en este viaje hacia una alimentación más saludable y satisfactoria.
Este artículo fue elaborado por el equipo de SomosFit. Un grupo de profesionales de tres disciplinas unidas (nutricionistas, entrenadores y psicólogos), para cambiar los hábitos de las personas con el fin de ayudarlas a conseguir un estilo de vida saludable.