¿Cómo elijo carbohidratos de calidad?

Seguramente estás familiarizado con el término “hidratos de carbono”, ¿no? Se ha hablado sobre su capacidad para causar aumento de peso, sus efectos negativos y positivos, su importancia y su prescindibilidad. La confusión generada ha llevado a cuestionar qué información es confiable. Por lo tanto, es el momento de desentrañar los mitos que rodean a este tipo de nutriente.

¿Cuáles son los tipos de carbohidratos considerados de alta calidad?

Los carbohidratos se pueden dividir en dos categorías principales: simples y complejos. Los carbohidratos simples incluyen ejemplos como el azúcar de mesa común, que se encuentra en diversos productos como aderezos, condimentos e incluso café instantáneo.

En contraste, los carbohidratos complejos están formados por “almidones”, que son conjuntos de múltiples “glucosas”, en contraposición a los simples que sólo contienen unas pocas. Esto resulta en una molécula más intrincada que el cuerpo necesita procesar de manera más elaborada. Es importante destacar que estos carbohidratos complejos pueden contener fibra.

Es crucial aclarar este punto, ya que en ocasiones se malinterpreta este concepto; muchas personas creen erróneamente que si un carbohidrato carece de fibra, es automáticamente considerado “simple”, lo cual es un error de concepto significativo.

Algunos ejemplos:

• El pan blanco (constituido únicamente por carbohidratos complejos) versus el pan integral (que añade contenido de fibra).
• Los cereales tipo corn flakes frente a la granola.
• La harina blanca comparada con la harina integral.
• El arroz blanco versus el arroz integral.
• Cada gramo de carbohidrato proporciona 4 kilocalorías.

Cuando se trata de seleccionar fuentes de carbohidratos, tomando en cuenta lo explicado previamente, la elección más recomendada sería optar mayormente por aquellos carbohidratos complejos que además contengan fibra.

¿Las harinas son nuestras enemigas? 

¿Alguna vez te has encontrado pensando, “debo eliminar por completo las harinas de mi dieta para alcanzar mis objetivos”? La solución no radica en la prohibición total, sino en adquirir la habilidad de transitar el día alimentándonos de manera equilibrada, incluyendo en las proporciones adecuadas una variedad de alimentos, incluyendo las harinas o su componente principal, los carbohidratos. De esta manera, aseguramos que nuestro cuerpo reciba todos los nutrientes necesarios mientras seguimos alcanzando nuestras metas.

Las harinas pueden derivar de diversas fuentes, como el conocido trigo, arroz e incluso legumbres, y todas estas provienen de almidones complejos que contienen fibra si optamos por sus versiones integrales. Estas harinas pueden ser empleadas en la preparación de alimentos saludables y auténticos, como el pan integral casero, o incluso para crear deliciosos croissants con grasas y azúcares controlados.

Por lo tanto, las harinas no son enemigas, simplemente te animo a aprender a manejar las porciones, elegir la calidad y considerar su origen, permitiéndote disfrutar de una alimentación saludable y diversa.

Este artículo fue elaborado por el equipo de SomosFit. Un grupo de profesionales de tres disciplinas unidas (nutricionistas, entrenadores y psicólogos), para cambiar los hábitos de las personas con el fin de ayudarlas a conseguir un estilo de vida saludable.